Descripción

El peeling es un procedimiento de exfoliación o descamación controlada de la piel que ayuda a renovarla, eliminando imperfecciones y estimulando la producción de colágeno. Puede realizarse mediante sustancias químicas o métodos físicos y mecánicos, y se clasifica en superficial, medio y profundo, según la capa de la piel donde actúa.

¿Para qué sirve?

• Renovar la piel y mejorar su textura.

• Reducir manchas, arrugas finas y poros dilatados.

• Estimular la producción de colágeno para una piel más firme y luminosa.

• Eliminar impurezas y mejorar la apariencia de cicatrices.

Tipos de peeling

Químico: utiliza ácidos específicos según el objetivo del tratamiento.

Físico: emplea láseres para estimular la regeneración del colágeno y eliminar pigmentos.

Mecánico: incluye técnicas como la microdermoabrasión, que mejora el recambio celular.

Beneficios

• Piel rejuvenecida y luminosa.

• Recuperación en 7 a 10 días.

• Efecto acumulativo con sesiones periódicas.

• Procedimiento seguro y personalizado.