El envejecimiento se debe a la pérdida de colágeno y estructuras de sostén, causando arrugas, surcos y falta de luminosidad.
La tecnología láser estimula la producción natural de colágeno, mejorando la firmeza, textura y tono de la piel. Combinado con fillers y skincare, permite recuperar volumen y restaurar la vitalidad del rostro.